Si bien el desarrollo físico más importante del ojo ocurre durante el primer año de vida, el mismo continúa a lo largo de la niñez. Los músculos oculares se fortalecen y las conexiones nerviosas se multiplican. Usted puede ayudar a su hijo en este proceso brindándole estimulación visual y haciéndole chequeos médicos regulares.
Una mala visión puede afectar las habilidades de aprendizaje, el desempeño atlético y hasta la autoestima. Aproximadamente el 25 por ciento de los chicos en edad estudiantil necesitan corrección visual. Las enfermedades oculares no tratadas pueden empeorar y llevar a problemas más serios, incluso la ceguera.
Cuando las comidas son ricas en vitaminas y minerales, ayudan al ojo a desarrollarse correctamente. Algunos alimentos ofrecen nutrientes que estimulan la salud visual. Asegúrese de que su hijo esté recibiendo suficientes antioxidantes como las vitaminas A, C y E, así como luteína y ácidos grasos omega-3.
En caso de que su hijo sufra algún accidente, llévelo de inmediato a un centro médico, ya que no es fácil juzgar el grado o la severidad de las lesiones oculares.